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sábado, 23 de febrero de 2013

ACODO DE OLMO

Queridos amigos, en el anterior taller con  Mario  se realizó un acodo a este olmo.

Vimos  a su propietario José Antonio Lozada aplicando hormonas de enrraizamiento liquida.

También vimos el detalle de el corte de la corteza en forma de sierra.
Y he aquí el bonsái después de ocho meses de cultivo.

En esta imagen , el maestro Mario komsta explica a su propietario como a de retirar la tierra.

Una de las curiosidades que nos comento J.A. Lozada , es que durante los ocho meses de cultivo el árbol no hechó ningún brote de ramas vigoroso, llegando incluso a sembrar dudas a su propietario sobre el desarrollo de raíces.

Una imagen vale mas que mil palabras, y aclara todas las dudas de cualquier aficionado del bonsái, sobre la técnica del acodo.

Aquí vemos al bonsái una vez separado mediante un corte con una sierra de su antiguo tronco, y la cantidad de raíces emitidas en ocho meses, a mi me pareció increíble pues era la primera vez que veía un resultado así en un acodo.

Vemos a Mario cortando las raíces que están mal colocadas y así empezar a educar el futuro nebari.

A parte del magnífico cepellón de raíces conseguido, en esta fotografía podemos también observar la ramificación tan minuciosa y bien colocada de este ejemplar.

En esta otra imagen vemos la radicularidad de las raíces y corte de separación .

Aquí  podemos observar para que se le dio los cortes en forma de dientes de sierra, precisamente para conseguir que la corteza forme esa anchura tan deseada para los nebaris.

Mario planta el bonsái en una maceta que le va bien, pero no es la definitiva.

Palillea la tierra con sumo cuidado para evitar dañar las raíces tan delicadas. Mario siempre le a gustado este árbol por su ramificación y por su afición a los shohin (tamaño de bonsái pequeño).

Satisfecho con el trabajo realizado, Mario  nos comenta que en ocasiones tomar desiciones arriesgadas merece la pena.


El resultado final es maravilloso a ganado muchísimo el bonsái, José Antonio  Lozada y todos nosotros con la experiencia.
( El bonsái se sujeta a la maceta con los alambres atados a las ramas, al carecer de raíces lo suficientemente gruesas para anclarlo ).